A mí me parece que en la base de la escuela moderna está Rousseau. Todos sabemos que fue un hombre que sufrió mucho, ni su infancia fue feliz, ni el desarrollo de su vida. Ya mayor, se mostró muy crítico con la sociedad a la que consideraba como la causa que hace malo al ser humano. Rousseau creía que el ser humano nace íntegro, biológicamente sano y moralmente recto; por lo tanto, no es malvado por naturaleza, ni opresor, ni injusto. Si el hombre se hace malo es por culpa de la mala influencia de la sociedad. Por eso, Rousseau deseaba y proponía una nueva sociedad. La nueva sociedad, defendida por él, debía de ser capaz de educar a los niños, de un modo nuevo, un modo que no frustrase su bondad natural, su potencialidad y capacidad, al contrario, que los dejase libres, para que en su desarrollo natural llegasen a plenitud. Esta sociedad de hombres buenos, capaces por la buena educación de serlo, podría llegar a tener buenos acuerdos sociales donde se distinguiera adecuadamente entre lo bueno y lo malo. Sus decisiones libres serían su única guía y, con ello, ya no haría falta ninguna otra, ni tan siquiera la de Dios. En esto de la educación Dios no cuenta.