Pilocha es un tronco que quiso ser una
niña, para eso, aprendió poco a poco como eran las niñas y fue construyéndose, se puso como brazos y piernas dos ramas y con frutos
del bosque ojos, nariz y boca. Sin embargo, no conseguía ser lo que deseaba
ser, aún era un tronco, no una niña, necesitaba ayuda. Un hada hizo
la transformación y Pilocha ahora era una niña. Sin embargo, pronto se dio
cuenta que sabía muy poco de lo que era ser una niña, ahora "lo era" pero no
sabía "cómo vivir" siendo niña, así comenzó a aprender a vivir, con las ventajas
y los problemas de ser una niña...
El último día de clase con Alfonso, estuvimos viendo este cuento (hace casi quince días). Nos lo contó con una presentación visual, pero lo
interpretábamos con todo el cuerpo, lo cantábamos, lo leíamos y Alfonso
comentaba. Muy dinámico y aportando varias sensaciones.
Lo cierto es que no me había dado cuenta lo mucho que tiene que
ver este cuento de Pilocha con el constructivismo. Un sujeto que decide
aprender y, para ello, va construyendo, poco a poco, su propio aprendizaje y
con ello se va construyendo así mismo. A lo que tiene va uniendo lo nuevo, que
va encajando como un pieza de un puzle y esto nuevo la va cambiando, cada vez
se parece más a una niña.
Estaba yo pensando que en los cuentos siempre aparece un
"hada madrina", que al fin, es la que tiene que dar el gran salto,
del no ser al ser; de ser tronco con ramas y frutos que parecen una niña a ser
una niña. Los cristianos sabemos que en la construcción de nuestra propia vida,
de nuestro propio ser, de nuestro propio conocimiento, no estamos solos, la
gracia divina nos acompaña y hace posible el gran salto en cada uno de
nosotros. Me quedo con esta doble sabiduría: la que estoy aprendiendo gracias a
la ciencia, como la teoría del constructivismo; y aquella que narra, por medio
de cuentos, la más básica de las experiencias humanas. Constructivismo más
gracia igual a un proyecto humano posible.
Si
alguno se ha quedado pensando qué puesto tienen los profes en todo esto,
recordad que en el cuento hay unos animalillos que le dicen a pilocha que cosas
tienen las niñas para que la rama vaya, de modo autónomo, avanzando.
Un buen análisis y opino como tú, el cuento está relacionado con el constructivismo.
ResponderEliminarEl día de clase me encantó el cuento, y ya os publicaré (cuando me recupere un poquitín más) un artículo que estaba preparando a raíz de eso.
En general, en tu blog dices cosas interesantísimas, y como yo también soy creyente y no niego que soy cristiana (y en la medida de lo posible practicante), me parece que le das un toque desde la fe que todos los que la tenemos te agradecemos.
Saludos!