miércoles, 8 de febrero de 2017

Semana 2ª MOOC educaLAB: Mi práctica cooperativa

Conocí el aprendizaje cooperativo estudiando magisterio hace cuatro años. Por los vídeos que veía y los documentos que leía me parecía una metodología muy buena para responder a la diversidad en el aula, es decir, la posibilidad de que unos fuesen un apoyo para otros la necesidad de que cada uno reconociese sus dones para poderlos poner al servicio de los demás.
Poco a poco, fui comprendiendo que era más que una metodología y que aportaba mucho más que un marco teórico, es decir, que este modo nuevo de comprender la educación exigía un nuevo paradigma a la hora de comprender las relaciones sociales que se creaban en el aula, pedía una nueva cultura de aula, pero además ofrecía una serie de estructuras más o menos simples que posibilitaban una nueva dinámica de clase, un nuevo modo de trabajar, de administrar el tiempo, de enseñar y aprender en el aula.

Así, de año en año, con agrado fui descubriendo que el aprendizaje cooperativo no era algo teórico, sino algo realmente vivo, que se había implementado en muchas aulas y que estaba dando muchos frutos: de un mejor aprendizaje del currículo y de un más amplio modo de comprender la educación (educación en habilidades sociales, educación emocional, más posibilidades de atender a las inteligencias múltiples, etc).

Soy maestro PT, me primera experiencia fue cuando hice el prácticum II en la carrera, propuse a la profesora durante aquel mes trabajar con el aprendizaje cooperativo. La experiencia fue tan buena que la profesora se entusiasmó y contagió la ilusión a otros profesores. Como muestra, de los frutos de aquel mes dos botones: a la semana de iniciar el aprendizaje cooperativo los padres de un alumno de altas capacidades fue al colegio a preguntar que había pasado que su hijo estaba encantado ahora de ir a clase (en el grupo en el que estaba se encontró útil y eso le valí hacerse amigos para el recreo, que solía estar ausente), la otra muestra es una alumna de notas muy buenas que nos dimos cuenta, por un socio-grama, que recibía gran rechazo del resto de los alumnos, el cambio de metodología nos permitió darnos cuenta y poder ajustar algunas medidas para enseñar algunas habilidades sociales a esta alumna y para ajustar la imagen que algunos tenían de ella, al final de curso la cosa había mejorado mucho.
Dos años después de aquella experiencia me encuentro trabajando en el colegio de prácticas e implementando el aprendizaje cooperativo en todo el colegio. Este curso estamos introduciéndolo paulatinamente.
La implantación la estamos haciendo por medio de un proyecto de comprensión, es decir, los profesores como grupo de aprendizaje estamos realizando un proyecto de comprensión sobre el aprendizaje cooperativo que tiene dos líneas de acción, una práctica (introducir gradualmente en las clases las estructura cooperativa) y una parte teórica de investigación sobre estructuras cooperativas, habilidades sociales, modos y grados de ajustar el andamiaje en el aula y evaluación del aprendizaje cooperativo. 
(Las fotos son de nuestro cole)


El proyecto de comprensión lo iniciamos con una jornada de aprendizaje cooperativo donde se invitó a los alumnos a reinventar su colegio, os pongo el vídeo que grabamos.


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